Desde la invención de las celdas solares, se han desarrollado distintos tipos de sistemas fotovoltaicos para satisfacer las necesidades energéticas de diferentes sectores, algunos de los más utilizados son los siguientes:

Sistemas interconectados a la red:
Son sistemas que están conectados directamente a la red eléctrica, en este caso CFE, y generan electricidad que se puede utilizar en el hogar, en negocios o empresas.
La energía es administrada a través de un medidor bidireccional, de esta manera podrás medir la energía que generas y utilizas, mientras que la energía que no se usa se inyecta a la red para ser almacenada.

Sistemas aislados:
Este tipo de sistema no está conectado a la red de CFE y depende totalmente de la energía solar para funcionar. La energía que se genera es almacenada en baterías, lo que vuelve a este tipo de sistemas más costoso que los interconectados a la red.  Son usados principalmente en zonas rurales o en lugares donde no hay acceso a la red eléctrica.

Sistemas híbridos:

Estos sistemas combinan la energía solar con otra fuente de energía, como una batería o un generador de energía.

Sistemas portátiles:
Son sistemas que se pueden transportar y utilizar en lugares donde no hay acceso a la electricidad, como en campamentos o en viajes al aire libre.

Cada tipo de sistema fotovoltaico tiene sus ventajas y desventajas, así que es importante elegir el tipo de sistema adecuado para satisfacer tus necesidades específicas, es por eso que en TRESEL contamos con asesores e ingenieros especializados y listos para ayudarte a tomar la mejor decisión, escríbenos por whatsapp al 33 2184 0505 y comienza a usar energías renovables.